Cuando pensamos, miramos, sentimos o experimentamos alguna sensación, por ejemplo una fragancia particular o un color determinado, es nuestro sistema nervioso el que se activa y le da cualidades propias. Del mismo modo, cuando nos movemos, hablamos, tragamos, etc. el sistema nervioso es el que activa los músculos adecuados para que se den esos movimientos. Toda actividad del organismo involucra de alguna manera al sistema nervioso.
El sistema nervioso se compone de tejido nervioso y este es el principal componente del cerebro, la médula espinal y los nervios que se extienden por todo el cuerpo. E es un sistema de control y comunicación que regula las funciones del organismo.
El tejido nervioso está compuesto por dos tipos principales de células: las células nerviosas y la glía o células. Las células nerviosas, llamadas neuronas, son células especializadas que conducen los impulsos nerviosos entre distintas áreas del cerebro, entre y la médula espinal y entre la médula espinal y los diversos órganos y tejidos del cuerpo. Las células no conducen impulsos nerviosos, pero se encargan de proteger nutrir y apoyar a las neuronas.
El tejido nervioso y la fisiología de la neurona son los dos primeros temas a tratar en este compendio. En las páginas siguientes ofrecemos una visión general de los diferentes tipos de células nerviosas y una descripción detallada de la tarea de la neurona: enviar información a través de impulsos nerviosos. Empezaremos con una visión general de la estructura y funciones del sistema nervioso.