Existen muchos tipos de moléculas que pueden actuar como neurotransmisores en el sistema nervioso. Los más conocidos son acetilcolina, adrenalina, noradrenalina, dopamina, serotonina y ácido gamma-aminobutírico (GABA). Cada neurotransmisor tiene receptores concretos para él. Dependiendo del área del sistema nervioso encontramos un tipo de neurotransmisores u otros.
La sustancia negra (substantia nigra) es una estructura del encéfalo que contiene muchas células que liberan dopamina como su neurotransmisor principal. En la enfermedad de Parkinson estas células son las principales afectadas y van degenerando progresivamente. Uno de los fármacos de elección para el tratamiento de este mal será L-DOPA, que se transforma en dopamina. La enfermedad se trata, por lo tanto, suplementando al cerebro con la dopamina que le falta.
Otros fármacos que pueden ayudarnos a entender la función de neuronas y sinapsis son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los ISRS se recetan a personas con distintas formas de depresión. Al inhibir la recaptación del neurotransmisor serotonina, éste se mantiene durante más tiempo en la hendidura sináptica, prolongando por lo tanto su efecto.
Algunos neurotransmisores tienen distinto receptores a los que pueden unirse. Por ejemplo, la noradrenalina tiene dos tipos principales de receptores: alfa (α) y beta (β), que a su vez tienen subtipos: α-1, α-2, β-1, etc. Estos receptores, con la presencia de la misma sustancia, son capaces de producir efectos distintos.
Estos subgrupos de receptores se localizan en áreas específicas del SNC, por lo que, estimulando o bloqueando estos receptores con fármacos concretos, podríamos alterar las funciones de éstas áreas cerebrales. Sin embargo, un tipo de receptor no se encuentra en una sola área cerebral, sino en muchas. De hecho cada área tiene varios tipos de receptor. Esto es probablemente lo que hace que los fármacos que actúan a nivel del SNC produzcan tantos efectos secundarios: la molécula no actúa sólo donde queremos sino también en algún área más. Además hay que destacar que un mismo neurotransmisor, dependiendo en que zona actúe, tendrá una función u otra. Esto depende, cono ya hemos dicho, del tipo de receptor que exista en la membrana de la célula postsináptica.
Resumen
En el presente capítulo hemos descrito qué es un impulso nervioso: la propagación de un potencial de acción a lo largo del axón neuronal. Hemos aprendido que este impulso se controla por dos iones: sodio y potasio. Cuando se da un potencial de acción en una neurona, al final obtenemos liberación de neurotransmisores a la hendidura sináptica, que tendrá un efecto excitatorio o inhibitorio en la neurona postsináptica. Ésta neurona está regulada por miles de sinapsis y la suma de éstas será la que establece si se producirá otro potencial de acción en esta célula postsináptica. Si el potencial en el axón alcanza en nivel umbral habrá potencial de acción, si no lo alcanza, no habrá potencial de acción y por lo tanto se pierde el impulso.